sábado, 28 de junio de 2008

La Danza del Apareamiento...

Lis, Ki y Dago se preparaban para salir. Era una noche más de sábado, que giraba en torno a una consigna "rescatar a Süller de su soledad, y ver si daba el perfil para que fuera parte del grupo" (Cada tanto a Ki se le ocurren esas ideas descabelladas, y quiere jugar un rato a la Madre Teresa de Calcuta y nos involucra a todos en sus empresas solidarias. Esta noche, la víctima de nuestro instinto filántropo fue Süller).

La noche estaba divertida, el boliche particularmente entretenido, Ki y Yo jugabamos a imitar a las mojitas de "Cambio de Hábito" mientras Lis y Süller habían ido a comprar algo...

Todo se sucedía normalmente, hasta que mi mirada se cruzó con la de otra persona... El intercambio fue fugaz pero intenso, lo vi dirigirse al baño y fui detrás de él. Sin embargo, el coraje me duró poco y mi plan de hostigamiento y persecución fue abortado antes de empezar.

De vuelta en el grupo, vi que Süller estaba particularmente interesado en Ki, y que Ki estaba comenzando a arrepentirse de sus pretenciones altruistas.

Repentinamente el chico que había capturado mi mirada hacía unos instantes volvió a ubicarse cerca mío, y respondió a mi asombro con una sonrisa y un insinuación perversa con su lengua. Así, entre sonrisas y lenguaje de señas nos fuimos acercando, intentando que pareciera casual que nuestras espaldas se encontrasen. Comenzó "la danza del apareamiento". Ante las miradas atónitas de Ki, Lis, y Süller, yo bailaba desenfrenado contra el cuerpo macizo de este chico, que sostenía mi cintura con sus manos e insolentemente acercaba las mías a su pelvis y las acompañaba en el camino hasta su pubis...
Una vez que el fuego fue encendido, y la pasión había sido desatada, nuestros rostros se enfrentaron por primera vez y el beso no se hizo esperar. Su voz no la escuché hasta más tarde, la urgencia del deseo, no había dejado lugar a las palabras ni a las presentaciones...

Pero ese no fue el fin de la noche, el portal hacia la dimensión desconocida recién había sido abierto, y un par de ojos verdes, unas manos firmes y esos labios que se entregaban solícitos a los mios, me condujeron, cual canto de sirena, a las profundidades de un absurdo incomprensible....

martes, 17 de junio de 2008

Un montón de nada....

Si...Me ausenté por 15 días. La excusa: estuve estudiando. La realidad: nadie estudia todo el tiempo.
Se preguntarán que otras cosas estuve haciendo a demás de tragar cientos de páginas sobre la cultura inkaica (nos obligan a escribirlo con K). En pocas palabras, exprimí las últimas gotitas de jugo que le quedaban al chat, hice uso y abuso de sus "servicios", al punto tal que ahora entro y me saludan por mi nombre, y podríamos abrir una sucursal de arnet o de gay.com en mi msn.
Como se darán cuenta, tuve varios encuentros. Más de los que estoy acostumbrado. Tantos y tan consecutivos, como poco memorables. Tan poco memorables que ninguno de ellos merece un post individual porque pecaría de exceso de síntesis y de falta de contenido. Así que en este post va un resumen de cada una de esos seres, fantasmas cybernéticos que cobraron materialidad para volver a desaparecer tras un "no admitir" de msn.

El primero del montón. La charla de rigor se prolongó bastante, y nos tomamos como cuatro horas para extender la sesion de lujuria. Pos data: se creyó con el derecho de caer a mi casa de sorpresa, sin avisar, para dormir juntos nuevamente. Mi respuesta:

"A mi casa sólo vienen sin avisar mi vieja y algunos pocos amigos".
"bueno, creí que había onda".
"Si, había."
"¿Me voy?".
"Seguís acá?"

El segundo, ni si quiera vale la pena nombralo y encima es el amigo de un amigo mio (de eso me enteré después...) Lo único que puedo decir es que nunca había tenido sexo habiendo cruzado sólo 3 monosílabos previos y nada más.... Y que nunca me fui tan rápido después de haber estado con alguien.

El tercero fue raro. Se invitó a dormir, y por alguna extraña razón no le dije que no. Después me arrepentí cuando me fui a acostar (me quedé terminando unas cosas de la facu), afortunadamente luego de un "segundo tiempo" al rededor de las 5 a.m., se percató que ya no era bienvenido y en vez de volver a arroparse entre mis sábanas tomó la sensata decisión de que "es mejor que me vaya, así descansas bien".
Quien se queda sin que lo inviten, se va sin que lo echen...

El cuarto de la lista, me llevó a pasear en auto, y dentro de ese auto cumplimos una de mis fantasias, a la que el público circundante agregó un plus de adrenalina que estuvo bueno. Unos días después tuvimos un reencuentro, para completar lo que habíamos empezado, porque en un auto no se pueden hacer demasiadas acrobacias.

El quinto y penúltimo del montón, fue un desperdicio de cospeles y encima me lastimó el labio cuando me besó. Por suerte se me hacía tarde y no dejé que siguiera lascerando mi cuerpecito. Me retiré a tiempo, antes que tuviera que recibir atención médica.

El último de la lista fue este sábado, lo conocí en un boliche... Pero a este le vamos a dar un poco más de tiempo para que haga méritos a ver si se hace merecedor de un post para él solito....

Conclusiones:
1- La promiscuidad no es tan mala, e incluso resulta divertida, aunque no es sostenible en el largo plazo (ni quiero que se continue en el largo plazo) por cuestiones de imagen y de tiempo. A parte, el mercado luego de cada encuentro se va reduciendo, haciendo que cada vez sea más complicado conseguir a alguien.

2- Tengo prohibida la entrada a cualquier chat dentro de un radio de 500 km (si, si... Recibí visitas de Santiago del Estero...Ahí tampoco me admiten.)

3- A pesar de ser muy lindo, ni el sexo por el el sexo mismo, ni el amor sin sexo, son un buen negocio.

4- Este post resultó sumamente aburrido! ja... pero bueno, al menos están al tanto de qué es lo que he andado haciendo estos días... Todo esto lo hice para tener algo que contarles! (Ja!... linda excusa... me revuelco con media Córdoba, para recopilar material para la bloggósfera... )

5- Me acabo de acordar de dos más que se me habían pasado por alto... je... je... "Me siento sucio..." JA!

lunes, 2 de junio de 2008

Un cuarteto en el Olmos.

¿¿¿¿Ese maldito elefante no tenía mejor idea que mearme encima????
¿¿¿¿Acaso un elefante no tiene nada mejor que hacer?????
Todo empezó así. En el chat.

Dago_dC: ¿Y?... ¿Nos juntamos? Decime cómo sos...

Mariano22cba: Rubio, 1.80m, delgado... Dale, nos veamos... Voy a ir con un buso rojo... y bufanda blanca.

Dago_dC: Dale. Mañana en el Olmos, 14 hs, yo te busco. Me voy. Me quedo sin plata. (yo siempre ando sin plata... tengo que hacer algo con eso.... )

14 hs. Puntual apoyado sobre la barandita del Patio Olmos. Nadie que coincidiera con la descripción. Esta vez no estaba dispuesto a esperar más del tiempo reglamentario: 15 minutos.
14.05 hs. Nadie. Llegó un chico alto y rubio. Tenía un buso rojo, pero no tenía bufanda. Me paré cerca, por las dudas, para mirarlo mejor y ver si hacía alguna señal. Nada.
Eramos cuatro. Yo, el chico de rojo que recién llegaba, un gordito de buso azul que parecía un chanchito que estaban por sacrificar: no se quedaba quieto, daba vueltas, le transpiraban las manos; otro chico sumamente hermoso que me miraba mucho, me hubiera insinuado si no fuera porque tenía un cita pactada y porque no era nada parecido a la descripción de quien esperaba.
Se hicieron las 14.15 hs. El chico lindo seguía ahí mirándome insistentemente, el gordito se movía tanto que ya me había puesto nervioso, y el de rojo se fue con una chica: descartado.
Me cansé y me fui. Tenía muchas otras cosas importantes para hacer como para seguir esperando.
Hice media cuadra y sentí que alguien gritaba mi nombre. Me detuve. Miré por el reflejo de una vidriera: era el gordito que venía corriendo a mi encuentro. Intenté huir, pero no sabía qué hacer, no entendía por qué gritaba mi nombre, y no quería ni siquiera imaginarme que se trataba de mi cita.

Gordito: "Hola... Soy Mariano..."

(fuck! se trataba de mi cita...)

Dago dC: (mirándolo sobre mi hombro)... ¿Disculpa?
Gordito: Si! nos ibamos a juntar acá, en el Olmos. Estaba esperando que me saludaras, como vi que te ibas, te saludé yo.
Dago dC: Ajá... En principio, yo esperaba a un tal Mariano a las 14, no a las 14.20. Segundo, iba a venir con buso rojo y bufanda blanca... y Tercero supuestamente era alto, rubio y delgado. Vos no estuviste a las 14, ni siquiera te tomaste la molestia de ponerte una bufanda blaca, y sos peticito, gordito y esos reflejos necesitan un retoque.
Gordito: Pensé que no te iba a importar... No parecías un chico superficial...
Dago dC: Y vos no parecías un chico mentiroso... No me molesta juntarme con un "gordito, petizo y teñido"... siempre y cuando no este esperando a un "alto, rubio, y delgado"...
Gordito: Bueno... Ya estamos acá... Podemos ir a tomar algo...
Dago dC: Vos estas acá... Yo, ya me fui.

En ese instante, me agarró del brazo, y desplazó su mano hasta la mía...

Gordito: Perdón... Empecemos de cero...

En ese preciso momento, el chico lindo que estaba en el Olmos pasó por atrás de él y nos miró... me sonrió, levantó los hombros, y negó con la cabeza...

Lo odio! lo odio! lo odio! ¡Maldito puto! No sólo me hizo perder el tiempo con un ecuentro que no fue, sino que me hizo perder la posibilidad de que el chico lindo se me acercara... o acercarme, o algo... Pero con el chico lindo!!!!!!!
Por un instante pensé en salir corriendo y decirle "no es lo que pensas, no somos nada..." pero me contuve, por suerte. Iba a ser demasiado.
El Gordito sólo con ver mi cara entendió que por el bien de su integridad física me tenía que soltar y dejar que me vaya... Y me fui.
Nuevamente había sido estafado... Fui hasta la parada de colectivo, justo estaba el omnibus que tenía que tomar, pero decidí caminar, necesitaba descargarme. Cuando pasó el colectivo en frente mío, miré a los pasajeros... Si. El chico lindo estaba arriba.
Sólo me quedaba caminar.